miércoles, 4 de junio de 2008

Mayo florido Mayo

Pienso que, por cuestión de edad, la mayoría de los espíritus libres vivimos hace ya 40 años el famoso mayo del 68. Los medios timidamente ,y yo creo que por cumplir, se pronuncian con breves comentarios sobre aquel evento. Se me ha ocurrido incitaros a rememorar vuestras vivencias de aquel año alrededor del asunto.
Tenía 15 y con esa edad yo al menos tenia una desmesurada sed y hambre de ideas, me cabía casi todo. Los recuerdos no son muchos pero lo suficiente nítidos. Los noticiarios franquistas puntualizaban mucho más el asunto de los desórdenes públicos que los matices ideológicos que movían a sus protagonistas . Tiempo después he creido entender las razones que tuvieron aquellos jóvenes, algunos años mayores que yo, para revolverse contra la maquinaria pesada de las constumbres aseguradas en la posguerra europea.
Ya en la década de los 50 hubo personajes como Jack Kerouac, Allen Gisberg, H. Marcuse,J.P. Sartre y otros, que por distintos caminos confluyeron en resaltar el individualismo necesario en los jóvenes de aquellas generaciones; no había porqué las normas de siempre, al menos todas.
Vestiamos cualquier ropa que nos hiciera distintos no sólo de nuestros padres sino de los jóvenes que seguían modas establecidad para ellos por nuestros adultos.Llevabamos ropa militar que los americanos reciclaban vendiendola incluso con las manchas de sangre o agujeros de bala a los jóvenes incorformistas europeos.Se veía importante el viajar de acá para allá, allende nuestras fronteras, que en aquellos años tenía más atractivo y novedad que hoy en día. Si no había dinero se viajaba en auto-stop.
Nos reuniamos en algunos locales con billares o futbolines donde las máquinas musicales acabaron siendo las protagonistas por el volumen y la singularidad de la música que se escuchaba. Se frecuentaban bares donde se preferia conectar con la generación de nuestros abuelos mas que con la de nuestros padres o hermanos mayores ; si estos abuelos habían sido socialistas tenían más atractivo aún.
Alquilabamos viviendas o habitáculos, bien en los extrarradios bien en el centro de la ciudad en los cuales nadie quería ya vivir. Allí jugabamos a ser conspiradores y sobre todo arreglabamos el mundo. Buscábamos más la compañia de los que estaban dispuestos a compartir discos o marihuana que la del que te daba consejos para encontar trabajo.
Lo que teniamos ideologicamente más claro aquel verano del 68 eran los motivos por los que los jóvenes, y menos jóvenes, de Praga se situaban frente a los tanques de sus vecinos del telon de acero. También teniamos muy claros los motivos por los cuáles los jóvenes estadounidenses desoían la llamada del ejército que masacraba Vietnam del Norte.Había muchos y atrayentes motivos por los que vivir y dejar vivir a los "viets". La música en aquellos años era un líquido fluido que empapaba todas las mentes y derramaba las ideas de paz y felicidad canción a canción. Acaso estabamos en este mundo para pelear y llorar, pregunto

Me gustaría conocer la opinión de Espiritu Libre, sobre todo de mi hermano mayor que entonces tenía 16.

3 comentarios:

Espíritu del Paraíso dijo...
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Espíritu del Paraíso dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Espíritu del Paraíso dijo...

En Mayo del 68 yo estaba preparándome mi reforma interior y pensaba que para cambiar las estructuras, primero tenía que cambiarme a mí mismo. Estuve en crisis, estudié princpios de dibujo,algo de conservatorio, Cou y magisterio, para dar clase un año, con la ayuda de alguna organización a niños gitanos, que después lo continuaron los que nos prestaron los locales. Estuve en el Movimiento Internacional IBO de Campos de trabajo en la Coruña, para costruir La Ciudad de los Muchachos Agarimo, que todavía existe y conocí allí a otra gente con inquietudes, a los que he contactado recientemente, como el responsable y fundador del Parque de la Ciencia de una Ciudad Andaluza o una ginecóloga alemana que está de voluntaria en Tanzania actualmente. Tuve amigos hippies y todavía los tengo, aunque entonces no los consideraba como tales. Visité Taizé en Francia, con una idea de compromiso social para todas las religiones y los no creyentes comprometidos, que era la versión ecuménica del hermano Roger, monje protestante que convivía con otros monjes cristianos y católicos de diferentes grupos y compartiendo el compromiso con todos los jóvenes y quienes se sentían así. Conocí a una maestra italiana comprometida, de unos sesenta años, Tina Morotti (italiana), que me mandaba cartas con el sobre dibujado por niños de su escuela... Fueron años de ilusión política con la democracia recién estrenada en España y algunos dejamos nuestra tierra norteña buscando el sur y el sol. PP

7 de junio de 2008 1:07